“Nosotros nos hacemos cargo del diseño hasta la implementación, pero el cliente decide en que parte del proceso quiere entrar”.

joaquim crespo

Marc Pou es el responsable de la dirección de Ormodesign, la división de impresión de gran formato del Grupo Ormo. Con más de 14 años dentro de la empresa, ha sido testigo directo de su evolución, desde sus inicios centrados en estructuras de cartón hasta convertirse en un proveedor integral para el sector retail y la producción gráfica personalizada. En esta entrevista nos comparte cómo han sabido crecer, diversificarse y anticiparse a las nuevas necesidades del mercado sin perder de vista su esencia: compromiso, cercanía y soluciones a medida.

Para empezar, cuéntanos un poco sobre ti: ¿qué estudiaste y cómo ha sido tu trayectoria hasta llegar a Ormodesign?

Estudié Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Blanquerna. Durante la carrera, tuve la oportunidad de realizar prácticas obligatorias, lo que me permitió conocer diferentes entornos profesionales. Empecé en un par de agencias de comunicación y, más adelante, pasé al departamento de marketing de una empresa como cliente final. Posteriormente, hice prácticas en Editorial Mediterrània, que forma parte del Grupo Ormo. Al finalizar esas prácticas, surgió la oportunidad de incorporarme al equipo y, desde entonces —ya hace 14 años—, he desarrollado toda mi trayectoria profesional dentro del Grupo Ormo. Ha sido un recorrido muy enriquecedor que me ha permitido crecer y evolucionar dentro de la empresa.

¿Qué tareas hacías en Mediterránea?

En Editorial Mediterránea me encargaba principalmente de realizar clippings de prensa y dar soporte en tareas de comunicación. Había una persona responsable de redes sociales y yo colaboraba con ella cuando era necesario. Aunque mis funciones eran bastante distintas a lo que hago actualmente, estaban alineadas con lo que había estudiado, así que fue una experiencia muy útil para empezar a aplicar mis conocimientos en un entorno real.

¿Cómo nació Ormodesign y qué inspiró su enfoque hacia la impresión a gran formato para retail?

Grupo Ormo siempre ha tenido una clara vocación de servicio al cliente. Fue el padre del actual gerente, Francesc Ortiz, quien, junto al equipo de entonces, detectó la oportunidad de ampliar el negocio adquiriendo maquinaria de impresión de gran formato. Apostaron por esta tecnología sin tener aún una estrategia completamente definida, explorando qué tipo de clientes podrían estar interesados en este tipo de servicio.

En ese momento yo aún no formaba parte del equipo, pero cuando me incorporé, el área de impresión todavía estaba dando sus primeros pasos: teníamos muy pocos clientes y buena parte del trabajo se destinaba a la creación de producto propio. En nuestro antiguo local de la calle Caspe (Barcelona), disponíamos tanto maquinaria de impresión y corte, como un pequeño taller, donde fabricábamos productos como muebles o avioncitos de cartón para niños, que incluso vendíamos directamente al público.

La transformación real comenzó cuando se incorporó el actual gerente, Fran, hijo de Francesc. Este último impulsó un cambio de enfoque: apostó por llegar directamente al cliente final y captar cuentas que nos permitieran trabajar con volúmenes más grandes. Fue justo en ese momento cuando yo también me sumé al proyecto y, desde entonces, hemos centrado muchos esfuerzos en la parte comercial, enfocándonos en conseguir grandes cuentas que dieran estabilidad y viabilidad a esta línea de negocio.

¿Cuál crees que es el valor diferencial que ofrece Ormodesign frente a otras empresas del sector?

Creo que nuestro mayor valor diferencial es el compromiso absoluto con el cliente. En Ormodesign tenemos una fuerte vocación de servicio y nos esforzamos al máximo por adaptarnos a los timings y necesidades específicas de cada proyecto. Siempre digo que quizás no somos los más baratos ni los mejores técnicamente en todos los aspectos, pero lo que sí podemos garantizar es un nivel de implicación y atención al cliente que marca la diferencia respecto a los demás competidores.

Nuestros clientes saben que siempre recibirán una respuesta rápida, eficiente y alineada con lo que necesitan, incluso cuando eso implica un esfuerzo extra por parte del equipo de producción. Esa cercanía, flexibilidad y capacidad de reacción es lo que realmente nos distingue en el sector.

¿Os adaptáis siempre a lo que quiere el cliente o también ofrecéis una visión creativa y estratégica en lo que producís?

Depende mucho del tipo de cliente y del proyecto. Hay clientes que ya llegan con una idea claramente definida de lo que necesitan, y en esos casos nuestra labor se centra en ejecutar con precisión lo que nos piden. Sin embargo, uno de nuestros grandes puntos fuertes es el departamento de diseño estructural, que aporta un gran valor añadido cuando el cliente necesita ideas o soluciones más creativas.

En esos casos, no solo nos adaptamos, sino que proponemos alternativas, optimizamos ideas y buscamos siempre mejorar lo que el cliente tiene en mente. Nos gusta pensar que, más que proveedores, somos aliados estratégicos, capaces de aportar visión y dar forma a lo que el cliente imagina, incluso cuando todavía no sabe del todo cómo plasmarlo.

¿Podrías contarnos cómo es el proceso desde la idea hasta el montaje final? 

Una de nuestras ventajas competitivas como empresa de producción gráfica es que cubrimos todo el proceso de principio a fin. Podemos encargarnos tanto del diseño gráfico como de la producción e instalación final. Eso nos permite adaptarnos completamente a las necesidades del cliente, que puede decidir en qué punto del proceso desea contar con nosotros.

Hay clientes que solo necesitan un servicio puntual, como imprimir unos flyers, y otros que nos confían un proyecto completo: por ejemplo, diseñar un escaparate desde cero, validarlo, producirlo y, finalmente, montarlo. En esos casos, trabajamos con un flujo muy claro: recibimos un brief, lo interpretamos y desarrollamos una propuesta visual —normalmente en forma de render— para que el cliente pueda visualizar el resultado final. Una vez aprobado, pasamos a la producción del material y, si el proyecto lo requiere, también nos encargamos de la instalación.

Nuestro objetivo es cerrar el círculo y ofrecer una solución integral que facilite al máximo el proceso para el cliente.

¿Cómo logran equilibrar creatividad y viabilidad técnica en los proyectos que requieren soluciones personalizadas o fuera de lo común?

A veces no es fácil encontrar ese punto medio entre lo que el cliente desea, lo que propone el diseño y lo que realmente es viable a nivel de producción, ya sea por cuestiones técnicas, estructurales o de tiempo. Sin embargo, con los años hemos aprendido a gestionar perfectamente ese equilibrio.

Contamos con un equipo de diseño que, además de creativo, está muy conectado con la parte técnica y productiva. Eso nos permite evaluar con rapidez si una idea es factible o si necesita ajustes para que funcione correctamente en la práctica. Siempre intentamos guiar al cliente con honestidad, explicando qué es posible y qué no, sin dejar de explorar opciones. Para eso son clave los prototipos: nos permiten probar, experimentar y encontrar soluciones personalizadas que se ajusten tanto a las expectativas como a las limitaciones del proyecto.

Después de años de experiencia, creemos haber encontrado un equilibrio sólido entre creatividad y ejecución, y eso se refleja en la confianza que nuestros clientes depositan en nosotros.

¿Qué ventajas tiene contar con producción in-house y cómo impacta esto en los tiempos y la calidad del servicio?

Vivimos en una época en la que todo sucede deprisa. En lo personal y en lo profesional, nos hemos acostumbrado a la inmediatez: queremos las cosas “para ya”. Lo mismo ocurre con los proyectos gráficos: los plazos son cada vez más ajustados, y muchas veces los artes finales (archivos definitivos listos para imprimir o producir) nos llegan con muy poco margen de tiempo.

En este contexto, contar con producción in-house es una gran ventaja. Nos permite tener un control total sobre todo el proceso, desde la recepción del arte hasta la entrega final. Además, disponemos de un equipo muy versátil y adaptable, lo que nos da la flexibilidad de reorganizar recursos según la urgencia del trabajo. Si un proyecto requiere ser producido con rapidez, podemos ajustar turnos, ampliar esfuerzos y priorizar tareas sin depender de terceros.

Esta capacidad de reacción no solo mejora los tiempos de entrega, sino que también garantiza una mayor calidad y fiabilidad en cada proyecto. Tener todo centralizado nos permite ser más eficientes, más precisos y, sobre todo, más cercanos a lo que el cliente necesita en cada momento.

¿Qué tipo de marcas o sectores suelen confiar en vosotros?

Diría que trabajamos principalmente con tres grandes tipos de clientes. Por un lado, está el sector retail, especialmente marcas de gran consumo enfocadas en moda, joyería y complementos. Este es uno de nuestros principales ámbitos de actuación, donde desarrollamos soluciones visuales para puntos de venta, escaparatismo y campañas promocionales.

Por otro lado, colaboramos con agencias de comunicación que gestionan proyectos para sus propios clientes. En estos casos, actuamos como partner de producción, aportando tanto nuestra experiencia técnica como nuestra capacidad de respuesta.

Y, finalmente, también trabajamos con empresas industriales, a las que proporcionamos soluciones más técnicas, como adhesivos específicos o aplicaciones gráficas adaptadas a procesos productivos.

Estos tres perfiles representan los principales sectores con los que colaboramos habitualmente.

¿Hay alguna campaña que consideres emblemática para Ormodesign?

Más que una campaña concreta, diría que nuestro papel es hacer que las campañas de nuestros clientes se conviertan en emblemáticas. Nuestro trabajo muchas veces está en la sombra, pero es clave para que todo salga según lo previsto.

Por temas de confidencialidad no podemos compartir nombres, pero hemos participado en grandes lanzamientos de producto —algunos incluso a nivel internacional— en los que cada detalle contaba. En esos casos, nuestra labor es garantizar que las gráficas estén impresas, entregadas e instaladas en el momento exacto en todas las tiendas del país. Que todo esté listo el día y la hora que el cliente necesita es fundamental para que la campaña tenga el impacto deseado. Y ahí es donde aportamos un valor decisivo.

¿Cómo manejan los proyectos cuando un cliente quiere algo “que nunca se ha hecho”?

Este tipo de retos están muy ligados a lo que comentábamos antes sobre equilibrar creatividad y viabilidad técnica. Cuando un cliente nos plantea una idea completamente nueva —ya sea por la estructura, los materiales o el concepto en sí—, lo primero que hacemos es estudiar la propuesta desde todos los ángulos posibles.

Nuestro siguiente paso clave es desarrollar un prototipo. Creemos firmemente que es la mejor forma de transformar una idea abstracta en algo tangible. El prototipo nos permite testear, hacer ajustes y, sobre todo, validar junto al cliente si la solución realmente funciona tanto a nivel estético como técnico. Este proceso de prueba y error es fundamental para innovar con seguridad y garantizar un resultado final que cumpla con las expectativas. Nos gusta asumir estos desafíos porque nos permiten evolucionar y aportar un valor añadido real a los proyectos.

¿Cómo se adaptan a las nuevas tendencias del retail a la sostenibilidad o la digitalización del punto de venta?

Una de las transformaciones más notables en el sector en los últimos años ha sido el avance hacia la sostenibilidad. Antes, trabajar con materiales sostenibles era considerado un valor añadido; hoy, es prácticamente una exigencia. Cada vez más, los clientes nos preguntan directamente si los papeles tienen certificación FSC, si son reciclables o si provienen de fuentes responsables.

Actualmente, te diría que más del 95% de los papeles que utilizamos ya cuentan con certificaciones FSC y son reciclados o reciclables. Esto ha sido posible gracias a dos factores: por un lado, los proveedores han ajustado precios para que estos materiales sostenibles sean más accesibles, y por otro, los clientes ya los asumen como un estándar, no como una opción premium. Además, en Ormodesign estamos muy comprometidos con la gestión responsable de residuos: reciclamos tanto las mermas de material como las tintas utilizadas en nuestras máquinas. La sostenibilidad ya no es una tendencia, es parte de nuestra forma de trabajar, y creemos firmemente que es el camino correcto para el futuro de la impresión.

En cuanto a la digitalización del punto de venta, estamos atentos a cómo conviven lo físico y lo digital. Aunque nuestro enfoque principal es la producción gráfica tangible, colaboramos con nuestros clientes para integrar soluciones visuales que complementen las experiencias digitales, ya sea con displays interactivos, materiales adaptados a campañas omnicanal o propuestas que refuercen la conexión entre el entorno físico y el digital.

En resumen, creemos que sostenibilidad e innovación no son solo tendencias, sino pilares fundamentales para seguir ofreciendo un servicio de calidad y alineado con lo que hoy exige el mercado.

¿Qué top 3 materiales se trabajan más en el taller de Ormodesign?

Ormodesign forma parte de una empresa con muchos años de trayectoria, aunque esta división en concreto lleva operando alrededor de 15 o 16 años. En nuestros inicios, crecimos rápidamente gracias a un enfoque muy especializado en estructuras de cartón, especialmente cartón nido de abeja. Éramos conocidos precisamente por eso: los que trabajaban el cartón de forma creativa y estructural.

Sin embargo, llegó un punto en el que nos dimos cuenta de que el mercado nos percibía únicamente como “los del cartón”, cuando en realidad podíamos ofrecer mucho más. Ese fue uno de nuestros primeros grandes retos: romper con esa percepción limitada. Durante dos o tres años trabajamos intensamente para que el cliente entendiera que, además de estructuras complejas en cartón, también podíamos producir elementos más simples, pero igual de efectivos, como vinilos, PVC, textiles o cualquier otro soporte gráfico.

Hoy podemos decir que hemos superado ese reto. Actualmente, los clientes acuden a nosotros para desarrollar todo tipo de elementos gráficos, desde materiales técnicos como viniloforex, PVC o textil backlight para retroiluminados, hasta estructuras complejas en cartón, que seguimos trabajando mucho, especialmente ahora que la sostenibilidad está más presente que nunca.

¿Cuáles son los próximos retos que se plantea Ormodesign en el corto y largo plazo?

A corto plazo, nuestro reto es seguir consolidando esta posición polivalente, siendo capaces de ofrecer soluciones integrales, flexibles y adaptadas a todo tipo de necesidades. A largo plazo, queremos seguir explorando nuevos materiales y tecnologías sostenibles, y reforzar nuestro papel como partner estratégico tanto en creatividad como en producción para nuestros clientes del retail y otros sectores.

Durante todos estos años, en Ormodesign siempre hemos tenido la voluntad de seguir creciendo, y por suerte, lo hemos ido consiguiendo de forma sostenida. A corto plazo, nuestro objetivo sigue siendo mejorar la eficiencia y la calidad de nuestro servicio, y en ese sentido estamos a punto de incorporar nueva maquinaria —tanto de corte como de impresión— que nos permitirá ser aún más competitivos.

A largo plazo, nuestro enfoque ha sido también el de expandirnos mediante la adquisición de empresas complementarias. En los últimos años hemos integrado, por ejemplo, una empresa especializada en regalo promocional, y también Zonaplotter, un e-commerce centrado en impresión digital. Con esta adquisición buscamos ampliar nuestra cuota de mercado, diversificar nuestros canales de venta y llegar a un público más amplio, especialmente al cliente particular y a pequeños negocios que necesitan soluciones rápidas y accesibles.

¿Hablemos de Zonaplotter: qué es y con qué intención se compró?

Zonaplotter fue adquirida hace aproximadamente tres años como parte de nuestra estrategia de diversificación y crecimiento. Desde entonces, se ha consolidado como una unidad clave que nos permite conectar directamente con el público B2C, así como con agencias de comunicación y profesionales autónomos que requieren soluciones de impresión rápidas, eficaces y de calidad. Su modelo de funcionamiento recuerda al de una “cadena de comida rápida”, pero aplicada al mundo gráfico: máxima agilidad, atención inmediata y una operativa 100 % digital que no compromete en absoluto la calidad del producto final. Los clientes que quieran obtener material como roll ups, photocalls, fly banners y demás podrán hacerlo en un tiempo récord.

Esta línea de negocio nos ha permitido responder a una demanda muy concreta del mercado actual, marcada por la inmediatez y la personalización, y encaja perfectamente con nuestra visión a largo plazo: seguir creciendo de forma sostenible, integrando unidades que no solo amplíen nuestra capacidad operativa, sino que refuercen el valor global que ofrecemos como grupo. A día de hoy, los resultados han sido muy positivos y nos reafirman en que esta ha sido una decisión estratégica acertada.

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